Cespedosa

Cespedosa

La exposición ubicada en Tabacalera, Madrid, dedicada a Juan Manuel Castro Prieto con su obra "Cespedosa" nos daba la bienvenida con esta imagen:

Una imagen muy bella, tanto por composición como por su luz, que nos abría el apetito para lo que aguardaba dentro. La interpretación que yo puedo sacar de esta fotografía es que si entre la suciedad y los males, nos limpiamos y liberamos de las malas actuaciones la luz y la paz podrán venir a nosotros. Tal vez solo sea un delirio mio, pero me parece que puede ser una buena explicación para la fotografía.

Tras pasar la mañana por Madrid recorriendo sus calles y empapándonos con el ambiente navideño que se respiraba por toda la ciudad. Ya con la tripa llena decidimos ir a Tabacalera, aunque todavía faltaba un rato para la hora de reunión fijada. Mientras esperábamos e la puerta a los demás, pensamos que porque no entrar y echarle un vistazo tranquilo a la exposición antes de la visita guiada. Gran acierto, pues nos permitió detenernos tranquilamente en las fotografías que más nos llamaban la atención, para luego después conocer su historia a medida que el guía iba explicándolas.

La Exposición en general me causo un gran desconcierto, porque en un vistazo general rápido las fotografías no acababan de convencerme, pero cada vez que indagaba de donde venia la luz, o en que dirección estaría el plano de enfoque (algo muy curioso debido a que las fotografías están realizadas con una cámara de gran formato, consiguiendo así que el plano de enfoque no sea paralelo a la fotografía)

Como en esta fotografía en la que los ojos salen perfectamente enfocados, junto con los fuegos y la olla roja, que está claramente en un plano paralelo muy distinto al de los ojos.

Este misticismo de los planos de enfoque provocado por la cámara de gran formato mantenía tu atención todo el rato centrada en las fotografías, y apoyado por la estética decadente del lugar, formaba una combinación perfecta.

Una de las fotografías que mas llamaron la atención

El agua desenfocada mientras que el cuerpo permanece perfectamente enfocado a la par que las ramas saliendo en la parte superior de la imagen, unido al color frio crean un aire de misticismo que a mi personalmente me encanta. El movimiento del agua, asi como el reflejo de las ramas, nos dirigen continuamente la mirada al cuerpo "inerte".

La parte que menos me gustó, no diría que es una fotografía, creo que en mayor o menos medida, cuando pasaba el suficiente tiempo delante de cualquiera de las obras, lograban atraerme cada una por un motivo distinto. Por ello, la parte que menos me gustó de la exposición son los vídeos que se proyectaban en salas aparte, y que a mi parecido te sacaban de la exposición creando un ambiente no muy tranquilo. Es muy probable que su intención fuera esa misma, pero sinceramente a mi no me gustó.

En general me pareció una exposición digna de ver, en la que merece la pena pasar un rato para verla tranquilo y asombrarte con las grandes fotografías que realiza Juan Manuel Castro Prieto.